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viernes, 30 de noviembre de 2012

LIBERTAD

Libertad o esclavitud incomprendida





Una frase, me estuvo rondando por la cabeza, una frase, que me repitieron muchas veces en clase de ética: "Tu libertad termina, donde comienza la libertad del otro."

Comentarios como: mi vida es mi vida y nadie debe interferir. "¿además, a quien le hago daño?", es una constante, pero esto no nos hace libres, nos hace esclavos.

Respetemos a los demás, si... pero, un momento, libertad, no es libertinaje. Tolerar, no es ser un cómplice. Lo que esta mal, esta mal. No queramos tapar el sol con un dedo.

Al final siempre buscamos un culpable, cuando se escapó de nuestras manos, tenemos que responsabilizar a alguien, eso es libertad?

Somos dueños de nuestras decisiones y de las consecuencias, no de nuestras vidas, porque no las hemos comprado.


El único que nos puede hacer libres es Cristo, somos Salvos por gracia: Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, Efesios 2:1

Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. Juan 8:32

y libertados del pecado, vinisteis a ser siervos de la justicia. Romanos 6:18

Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. 2 Corintios 3:17

Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud... Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros. Gálatas 5:1,13

Obvio, atentas en contra de la libertad del otro, si quieres imponer tus ideas, lo mejor es, solamente, compartirlas... Pero somos llamados a comunicar y compartir la verdad.




miércoles, 28 de noviembre de 2012

REINVENCION

LAS COSAS NUEVAS

Ya no somos el ayer...


Es verdad que somos consecuencia del pasado, pero no podemos ni vivir del ayer, ni de lo que fue, sino tenemos que mirar hacia adelante.

Alguna vez escuche lo siguiente: "El pasado es historia, el futuro en un misterio y el presente es un regalo".

Pero, para Dios esto no se aplica, AYER, HOY y MAÑANA son iguales, el tiempo es de Dios.

Vuelvo a repetir, no somos los de ayer, Cristo murió por nosotros en la cruz y cuando nosotros entregamos nuestra vida, también morimos a nuestro pasado.

Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. 1 Juan 2:1

De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. 2 Corintios 5:17

Cuando Dios borra algo de tu vida, es porque va a escribir cosas mejores.

No os acordéis de las cosas pasadas, ni traigáis a memoria las cosas antiguas. He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz; ¿no la conoceréis? Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad. Isaías 43:18-19

Los planes de Dios

A veces nos toma mucho tiempo despojarnos del ayer, porque "creemos"  y anhelamos el pasado, obvio, un pasado tortuoso y desordenado, en nuestro desenfreno, por nuestras pasiones.

En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad. Efesios 4:22-24

Muchas veces uso una expresión, que poco a poco trato de eliminarla de mi vocabulario: "hubiera". Esto es irremediable, ya paso!. Me lo han repetido y lo he repetido mil veces. Todo tiene un precio, incluso el tiempo. Sino existiera el tiempo seriamos mas disconformes y mas arrogantes, totalmente independientes de Dios.

Los tiempos de Dios, son nuevos comienzos; tenemos que vernos y examinarnos día a día;  realmente somos igual que ayer?, de ninguna manera, somos un día mas viejos, un día mas maduros, un día mas en la presencia de Dios, es decir mas sabios. Queremos cambiar nuestras estrellas?, Hoy es el día, hoy tenemos la oportunidad, pidamos con firmeza y confianza. Dios no es deudor de nadie.

Todo esto con un solo objetivo: Agradar a Dios y entender cual es su plan en nuestras vidas. 

Para que creó Dios el Tiempo?, bueno, Dios nos da el tiempo para que podamos olvidar nuestro pasado duro y difícil, y nos da la oportunidad de empezar de nuevo. 

Porque?, por nuestra naturaleza, somos muy anciosos, queremos imponer nuestra voluntad y no esperar la voluntad de Dios. Quien tiene mejores planes que el creador de todo lo que existe?.


Tomar el camino de Dios es difícil  ya que requiere de mucha valentina. Estaremos de acuerdo en dejar las cosas de este mundo y hacer lo que Dios pide. Debemos ser coherentes y consecuentes con esto; pedimos y pedimos, pero estamos dispuestos a dar?

Hoy es hora de cambiar, hoy es tiempo de reinventarnos.

lunes, 26 de noviembre de 2012

EN EL INICIO...

Ready, Set,... goooooooo!!!!



Este es el punto de partida de una carrera larga, aunque no tanto, porque se trata de la carrera de la vida, una vida llena de alegrías, pero de mucha perseverancia. Como lo mencionaba es como una carrera, tiene un punto de partida y un punto de llegada. Aunque muchas veces, cuando estamos muy desorientados no sabemos donde comienza (día, hora y lugar), parece una broma, pero muchas veces, creo que no sabemos lo que hacemos, y solo nos guiamos por nuestros instintos y sentimientos.

Empecemos por el comienzo, correr es una de las cosas que mas disfruto, así me conecto con mi entorno, así conozco lo que me rodea, así me doy cuenta que soy parte de algo importante.

Yo, un joven, que creía que todo lo que hacia estaba bien enfocado, que todo lo tenia "controlado", y sino, que podía resolverlo. A pesar, de las muchas luchas que como a todos lo jóvenes me venían a la mente, creía que el tiempo en este mundo era suficiente. Todo lo tenia planeado, al milímetro, pero esos eran mis planes.

La vida me ha mostrado, que solo de buenos deseos y de sentimientos no podemos vivir, eso es vivir en un error, hace falta algo que realmente importa, nuestro objetivo, nuestra meta. Sin esto, no se puede lograr nada.

En la carrera de mi vida, yo partí desorientado, con mucha vehemencia, con mucha energía  pero al ser guiado por mis sentimientos, mi vida era como el electrocardiograma de un cardíaco, muchos picos altos y bajos, si bien es cierto con un corazón con ganas de ganar, pero sin saber que!!.

Obvio, fui a la carrera, polo, short, medias, zapatillas, reloj y accesorios, con mucha energía,  pero antes necesitaba conocer las reglas de la carrera, las bases para poder salir a correr. Seguro que ya había entrenado; pero era la manera correcta?... Cosa difícil de creer, sabiendo que no hay una buena base. Tenia que saber el "día, hora y lugar" uppsss, no había averiguado..., incluso no sabia donde era el inicio ni el final (la meta), entonces a donde iba a llegar; porque esto se trata; se trata de tener, no solo la mejor preparación física y las ganas, sino de una estrategia, un objetivo.

En fin, luego de deambular por instinto, preguntando, a quien no debía, me di cuenta que estaba en el lugar equivocado, en el momento equivocado y le preguntaba a los menos indicados, a otros como Yo. Pero fue grato saber y reconocer que  estaba perdido, que necesitaba ayuda, entonces decidí preguntar a quien estaba a cargo, levante la mirada y comencé a escuchar las indicaciones; donde era el lugar de donde debía partir, aunque decía que debía primero saber las reglas de la carrera. Indicaban que había un manual donde estaba escrito todo lo que yo necesitaba saber. Así conocí a Cristo.

La carrera, es la vida, es un camino aparentemente muy largo y ancho, tiene muchas calles por donde podría desviarme, pero al conocer las reglas (la palabra de Dios) me permitirá estar preparado y ver las señales que me indican por donde seguir. Se que depende de mucha perseverancia, pero el premio lo vale, Dios vale cualquier precio. El es la meta. Por ello, debemos enfocarnos en alcanzar la meta y cruzarla.

Muchos partirán, pero solo algunos lograran cruzar la meta.

Prosigo hacia la meta para obtener el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. Filipenses 3:14